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5 maneras de introducir la alga chlorella en tu dieta

La chlorella  (Chlorella vulgaris) popularmente es usada como alimento funcional y se puede encontrar en diferentes formatos, polvo, extracto líquido, cápsula o aditivo alimentario.
El principal componente de la Chlorella es una especie de alga unicelular que contiene clorofila, proteínas, minerales, fibras dietéticas, ácidos nucleicos y vitaminas.

Muchos estudios han demostrado que la Chlorella tiene varios efectos biológicos, tales como, disminuir el azúcar en sangre, desintoxicante de metales pesados como el cadmio, estimular el crecimiento y modular el metabolismo de las grasas. Además contiene clorofilina, un derivado semi sintético de la clorofila que forma  complejos con sustancias tóxicas y dañinas que inhibe de este modo su absorción en el intestino, estimulando la actividad antioxidante y favoreciendo su eliminación.

La chlorella puede tener un sabor fuerte y amargo. El truco está en combinarla bien con otros ingredientes para beneficiarte de sus propiedades y enmascarar su sabor.

A continuación 5 maneras de incluir la chlorella en polvo de Active Foods en tu dieta.

1.  Un buen licuado detox que te ayudará a empezar bien las mañanas

  • 200 ml de zumo de pomelo rosa
  • 3 zanahorias
  • 1 cucharada de postre de azúcar de coco.
  • Una punta de jengibre fresco
  • 2 gramos de Chlorella en polvo

2.  Un batido para merendar que te saciará toda la tarde

  • 1 plátano
  • 1 puñado de frutos rojos frescos o congelados
  • 200 ml de bebida vegetal de chufa
  • 5-6 anacardos
  • 2 gramos de Chlorella en polvo

3.  Un gazpacho vitaminado para cualquier época del año

  • 4 tomates
  • 1 puñado de hojas de espinacas
  • ½ manzana verde
  • ½ aguacate
  • ½ pimiento rojo
  • 1 pizca de ajo en polvo
  • 1 pizca de jengibre en polvo
  • Unas hojitas de cilantro
  • 1 cucharada sopera de aceite de oliva
  • 2 gramos de chlorella en polvo

4.  Un postre cremoso con el que sorprenderás tus invitados

  • 1 plátano
  • 8 mitades de melocotones en conserva
  • 1 kiwi
  • 100 ml de zumo de pera
  • ½ taza de yogur o kéfir
  • 1 cucharada de postre de miel
  • 1 cucharada de café de canela
  • 2 gramos de chlorella en polvo

5.  Un pesto remineralizante para enriquecer tu pasta

  • 12 hojas de albahaca
  • El jugo de 3 tomates
  • ½ diente de ajo
  • 2 cucharadas soperas de almendra en polvo
  • 1 cucharada de café de pasta de miso blanco
  • 4 cucharadas de soperas de aceite de oliva
  • 1 cucharada sopera de piñones
  • Una pizca de sal y pimienta
  • 2 gramos de chlorella en polvo
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