Deporte

Al practicar deporte se produce un aumento del consumo de oxígeno debido a la mayor demanda energética. Dicho proceso conlleva un aumento paralelo de radicales libres, los cuales pueden provocar un daño oxidativo que afecte a los mecanismos de producción de energía. Si observamos, la mayoría de atletas jóvenes suelen parecer mayores de lo que son debido al entrenamiento diario, al esfuerzo intenso, a las lesiones o el envejecimiento cutáneo provocado por el sol al hacer deporte al aire libre. En cambio al cumplir años son los que parecen más jóvenes de su flacidez propia del paso del tiempo. Si practicamos ejercicio aumentamos la producción de radicales libres, pero si llevamos una vida sedentaria nos oxidamos. El mejor consejo es hacer deporte habitualmente, llevar una vida sana (sin tabaco, alcohol, estrés…), una alimentación rica en verduras, hortalizas, frutas, legumbres y cereales integrales y suplementarse adecuadamente. Tomar un antioxidante una hora antes del ejercicio, ya sea en forma de suplemento o de zumo a partir de extractos de frutas o vegetales en polvo, nos va a ayudar contrarrestar los efectos negativos de los radicales libres y a enlentecer saludablemente el proceso de envejecimiento.