Proteínas

Las proteínas son macromoléculas compuestas por carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. Tienen una función estructural o plástica, nos ayudan a construir y regenerar nuestros tejidos, no pudiendo ser reemplazadas por los carbohidratos o las grasas. Según el panel de la EFSA  se debe aportar entre un 12 y un 15% de la energía total de la dieta, con una ingesta de referencia para la población de proteínas de 0.83g/kg de peso. La eficiencia de la utilización de la proteína disminuye en la vida adulta. Durante el envejecimiento hay un aumento en los requisitos de aminoácidos esenciales (EAA) para producir mayor síntesis de masa muscular.

Es decir, con el paso del tiempo necesitamos mayor ingesta de proteínas de alta calidad para contrarrestar la escasa capacidad del cuerpo para formar musculatura.  Para garantizar una correcta aportación de proteínas, conviene llevar una alimentación variada. Se considera que los alimentos de origen animal contienen proteínas de mejor calidad, es decir, su composición en aminoácidos es parecida a la de la proteína de nuestro cuerpo. Sin embargo los alimentos de origen animal arrastran grasas saturadas y tienen en general  (salvo el pescado) pocas grasas mono y poliinsaturadas, no tienen fibra, fitonutrientes  ni antioxidantes.