Los componentes activos de la raíz de Rhodiola son: rosavin, rosarin, rosin y salidrósidos, que tienen influencia en los niveles de neurotransmisores (serotonina, dopamina, y norepinefrina), catecolaminas, y radicales libres.

La raíz de la Rhodiola rosea es un adaptógeno y se utiliza como remedio para aumentar la resistencia del organismo al estrés físico y mental. Mejora el estrés y la ansiedad, ayuda a aumentar los niveles de energía, aumentando la resistencia en deportistas.

Es antioxidante, anticarcinogénica, cardioprotectora y también ha demostrado efectos a nivel endocrino y reproductivo.

Se aconseja en personas que sufren de disfunciones sexuales o simplemente desean mejorar la función sexual. Puede ayudar a regular las menstruaciones en mujeres afectadas de amenorrea y la fertilidad. En los hombres, puede mejorar la función sexual en casos de disfunción eréctil y de eyaculación precoz.