Muchos ya deseábamos volver a la rutina del día día para empezar de nuevo con los hábitos saludables y es que con todas las comilonas y excesos de estas fiestas, nuestro cuerpo necesita urgentemente liberarse de las toxinas y las grasas que hemos acumulado. Estas 7 preparaciones te ayudarán a depurar tu cuerpo.
Chips de kale: El kale es un vegetal del grupo de las coles que recientemente se ha puesto muy de moda. Tiene muchos usos en la cocina, se puede comer en ensaladas, cremas, smoothies, en guisos, etc. Nosotros hemos pensado en hacer chips al horno. Un tentempié muy sabroso y saludable. Antes, repasamos sus principales propiedades: es un vegetal muy poco calórico (45 kcal por 100 gramos). Contiene vitamina C y un alto contenido en minerales. Aumenta el colesterol bueno (HDL) y disminuye el malo (LDL) gracias a su potente actividad por captar las grasas. Es fuente de vitamina K, la cual interviene en la coagulación de la sangre. Su aporte en fibra y en agua, le aporta un efecto saciante que ayuda en las dietas de pérdida de peso.
Para preparar los chips de kale necesitamos: un manojo de kale, un limón, ajo y chilli en polvo, un poco de aceite de oliva y sal.
Lavamos las hojas de Kale, y cortamos los rabos del centro. Escurrimos un poco el agua y las ponemos en un bol. Aderezamos con el limón, el aceite de oliva, la sal, el ajo y el chili. Las mezclamos bien. Pre calentamos el horno a 160ºC. Colocamos las hojas bien repartidas en la bandeja del horno bien y horneamos durante 15 minutos o hasta que estén crujientes. Retiramos los chips del horno y dejamos enfriar 10 minutos.
Infusión de daikon: También conocido como nabo japonés. Se usa para eliminar mucosidades, cálculos renales y residuos animales del cuerpo. Es diurético y alcalinizante, además contiene enzimas que favorecen la digestión. Ideal para tomarlo después de las fiestas ya que reduce el exceso de grasa del cuerpo. Prepararlo es muy sencillo, basta con remojar el daikon en agua recién hervida durante 5 minutos, colarlo y añadir un par o tres de gotas de soja. Beberlo acompañando las comidas o entre horas. El nabo resultante se puede comer en ensaladas, sopas o mezclado con arroz. Esta infusión se puede preparar con daikon seco o daikon rallado, basta con un par de cucharadas soperas.
Caldo de vegetales: En este caso, utilizaremos apio, puerro y perejil. Este caldo es útil para limpiar el organismo, eliminar líquidos retenidos y remineralizar el cuerpo. Es muy fácil y te llevará menos de media hora. Necesitas 5 tallos de apio, 5 puerros y un manojo de perejil. Se cortan los vegetales y se hierven con 1’5 litro de agua durante 10-15 minutos. Seguidamente se cuelan y se dejan enfriar. Se recomienda tomar una taza o dos al día.
Crema de verduras: Esta aromática crema te ayudará a detoxificar el sistema digestivo, a combatir el estreñimiento, a reducir la hinchazón intestinal y a calmar el apetito. Necesitas medio pepino, 1 bulbo de hinojo, 1 puerro, 2 cebollas, 3 tallos de apio, 1 zanahoria, una pizca de pimienta y una pizca de cúrcuma. Añadir 1 litro de agua en una cazuela, cuando hierva añadir todos los vegetales limpios y troceados y cocer hasta que estén tiernos. Separar los vegetales y espolvorear 1 cucharada de postre de Food Super Active, seguidamente triturar. Incorporar progresivamente el caldo resultante a la mezcla, hasta conseguir la textura deseada. Finalmente añadir la cúrcuma con la pimienta y mezclar.
Pollo a la plancha con piña: El pollo es una de las carnes más saludables que podemos comer siempre que sea sin piel, y preferentemente de origen ecológico. Contiene proteínas fácilmente asimilables que se digieren mucho mejor que las de la carne roja. Su contenido en grasas y colesterol es muy bajo. Contiene fósforo, potasio, vitamina B3 y B12. De la piña ya lo sabemos casi todo, destaca por ser una de las frutas más digestivas gracias a la enzima bromelina, la cual degrada las proteínas de los alimentos. Es importante que sea siempre piña fresca, y no en enlatada, ya que el tratamiento térmico usado en las conservas puede destruir la actividad de la enzima.
Para esta receta necesitaremos: 1 pechuga de pollo ecológico, 3 rodajas de piña fresca, media cebolla y aceite de oliva virgen extra. Es tan sencillo como picar la cebolla y dejarla pochar con 2 cucharadas de aceite de oliva. A continuación añadimos el pollo a taquitos y dejamos que se dore un poco. Añadimos la piña cortada y salteamos. Agregamos un poco de sal y pimienta, mezclamos y añadimos un chorrito de agua.Tapamos y dejamos terminar de cocer a fuego lento para que se mezclen bien los jugos. Podemos servir con una tacita de arroz integral.
Zumo: Sencillo licuado que te ayudará a reducir poco a poco lo que hayas podido acumular en el abdomen estos días. Es diurético, depurativo y rico en vitaminas y minerales. Necesitas 3 naranjas, 1 taza de papaya, 2 hojas de espinacas, 2 tallos de apio, 1 pomelo y 1 tajada de piña. Tomándolo cada día durante un mes, eliminarás toxinas y te sentirás menos hinchado. Para aumentar el efecto drenante puedes añadir ½ medida de higo chumbo en polvo.
Sopa miso: El miso es un plato típico de la dieta japonesa y un buen reconfortante en invierno. Para preparar esta sopa necesitamos caldo dashi (caldo a base de bonito seco), como prepararlo es un poco complicado, podemos comprar dashinomoto (dashi en polvo instantáneo). También necesitamos 1 cucharada de poste de alga wakame, 1 cucharada de pasta de miso blanco y un poco de cebollino. Hervir 200 ml de agua, añadir 1 g de dashinomoto y las algas wakame. Cocer durante 2 minutos. Paralelamente poner un poco de este caldo en un bol, añadir el miso y mezclar hasta su total disolución. Incorporar esta solución al caldo y mezclar. Servir en un bol con un poco de cebollino por encima. Se puede añadir unos daditos de tofu blando previamente hervidos. Esta riquísima sopa contiene enzimas vivas, lo que te ayudará a disminuir los efectos de las comidas pesadas. Favorece la eliminación de la acidez del organismo causada por el exceso de azúcar blanco, cereales refinados y grasas. Es muy importante que una vez el miso incorporado, el caldo nunca hierva, de lo contrario sus propiedades digestivas se pierden.
