Hoy, 18 de octubre, conmemoramos el Día Mundial de la Menopausia y en este post queremos hablar de los cambios asociados a la piel. ¿Qué le ocurre a la piel en ese periodo?
La piel es un tema de preocupación para muchas personas, sobre todo para las mujeres. Con la edad, la piel pierde elasticidad, luminosidad, densidad… y aparen los primeros signos del envejecimiento como las arrugas. Estos, pueden ser fruto de los cambios hormonales, como los que se dan en la menopausia. Pero, ¿por qué? Con la menopausia se reducen la producción y la cantidad de estrógenos, teniendo como consecuencia un impacto directo en la piel. Sigue leyendo este post para descubrirlo, pero, antes de empezar, queremos dedicar un apartado para tratar qué es la menopausia.
¿Qué es la menopausia?
La menopausia es un proceso fisiológico que aparece alrededor de los 40-50 años. Es el momento dónde termina la menstruación y, por tanto, la fase reproductiva de la mujer. Durante esta etapa hay un descenso de la producción de estrógenos. Por ello, la menopausia se considera un estado hipoestrogénico. Estos pueden ser algunos de los síntomas del síndrome climaterio:
- Sofocos
- Irritabilidad
- Tendencia depresiva
- Descenso de la libido
- Descalcificación ósea
- Sequedad vaginal
- Insomnio…
No todas las mujeres presentan síntomas o, en caso de tener, no tienen por qué darse todos. Hasta un 75% de las mujeres posmenopáusicas se ven afectadas por algunas de estas alteraciones. Sin embargo, este cambio en el ciclo de la mujer, lleva una importante carga emocional, con lo que se recomienda que se comparta tanto con la familia y como con los amigos.
Durante la menopausia ocurren alteraciones hormonales que ocasionan cambios fisiológicos que afectan a múltiples órganos y sistemas del organismo. La mayoría de los cuidados que alcanza esta etapa van más dirigidos a alteraciones óseas y cardiovasculares. También es importante un control del peso y de la alimentación. No obstante, la piel también sufre cambios significativos en esta etapa.
Menopausia y la piel
Los estrógenos favorecen la renovación de las células de la dermis y estimulan la síntesis de fibras de colágeno y elastina, que mejoran la elasticidad de la piel. La reducción estrogénica debida a la menopausia, provoca una disminución del colágeno cutáneo y un envejecimiento de la piel. Los estrógenos tienen una influencia sobre el grosor de la piel, la hidratación, la pigmentación y la cantidad de sebo.
¿Cómo se refleja en la piel? Entre las consecuencias más visibles que se reflejan en la piel encontramos:
- Adelgazamiento de la piel.
- Pérdida de la hidratación en la epidermis y menor espesor en el tejido graso subcutáneo
- Disminución de elasticidad y menor tersura.
- Aumento de la fragilidad de la piel.
- Menor capacidad para reparar el daño que produce la radiación ultravioleta.
- Hiperpigmentación o manchas en la piel.
Adelgazamiento de la piel
El crecimiento y el mantenimiento de los capilares sanguíneos de la piel están parcialmente bajo el control de los estrógenos. Al haber una reducción en la cantidad de estrógenos durante la menopausia, éstos capilares reducen su fujo sanguíneo y por tanto el oxígeno y los nutrientes que van a parar a la dermis. Esto a la larga contribuye a un adelgazamiento de la epidermis y a su vez que le cueste más recuperarse. Otra de las consecuencias es la pérdida de agua transdérmica y la piel seca.
Pérdida de la hidratación en la epidermis y menor espesor en el tejido graso subcutáneo
La piel se mantiene naturalmente hidratada con su propio sebo. Estos lípidos son los encargados de realizar correctamente la función barrera y lo que garantiza que se mantenga hidratada. Durante la menopausia, la piel pierde cierta capacidad para producir lípidos y, por tanto, para retener agua. La piel postmenopausica contiene hasta un 57% menos de lípidos esenciales que una piel premenopáusica. Como consecuencia, la piel se vuelve seca y tirante. La piel puede que adquiera un aspecto áspero y descamada. A veces es tan intensa que puede producir tirantez y picor y si se rasca, puede ocasionar heridas.
Disminución de elasticidad y menor tersura
Como veníamos comentando, los estrógenos estimulan los depósitos de grasa. A medida que disminuyen esas hormonas, los depósitos de grasa también se reducen. El resultado es una pérdida de grasa que sustenta la piel de la cara. Si a esto se le suma que se reduce la hidratación, provoca la aparición de arrugas y flacidez. La piel además de perder elasticidad y ser menos terso, pierde su movilidad.
- Arrugas: El adelgazamiento de la piel y la pérdida de elasticidad provocan la aparición de arrugas de expresión. Sobre todo, aparecen en la frente, en el entrecejo, en el lateral de los ojos y alrededor de la boda. Las arrugas se acentúan más en personas que han tomado mucho el sol sin protección a la largo de la vida.
- Flacidez: Es cuando la piel se descuelga. Por ejemplo, en el lateral de las mejillas y en el surco entre la nariz y la comisura de la boca.
Aumento de la fragilidad de la piel
Los puntos anteriores han mostrado que la dermis adelgaza y pierde elasticidad. Así mismo pierde humedad, elasticidad y grosor. Estas condiciones hacen que los vasos sanguíneos de la piel sean muy sensibles a los pequeños traumatismos. La piel, al estar mucho más fina, se puede llegar a lesionar más fácilmente y aparecen manchas de color rojo violáceas. Conocidas como arañas vasculares, son lesiones provocados por los vasos sanguíneos de la cara que hace que se marquen.
Menor capacidad para reparar el daño que produce la radiación ultravioleta
Los melanocitos (que también están regulados por los estrógenos) son las células que fabrican el pigmento de la melanina. Debido a la menopausia se produce menos melanina y por tanto hay menos capacidad protectora frente los rayos UV. La piel menopáusica, por tanto, es más propensa a sufrir daños solares y quemaduras.
Hiperpigmentación o manchas en la piel
La piel, con la edad, pierde la capacidad de reparación ante la exposición solar crónica. Por consiguiente, al punto anterior, la disminución de la melanina hace que en las áreas de la piel que han estado expuestas a los rayos UV a lo largo de los años puedan aparecer manchas o hiperpigmentación de distinto tamaño tanto en cara como en escote.
Vello facial
Las mujeres de todas las edades tienen vello en el rostro, generalmente un vello suave e imperceptible. Durante la menopausia, las glándulas adrenales también pueden aumentar la producción de hormonas masculinas. Esto puede verse reflejado en un crecimiento o un engrosamiento del vello, como por ejemplo el del rostro, que puede hacerse más evidente. Es normal encontrarlos en zonas como la parte superior en los labios, en la zona de la mandíbula o en la barbilla.
¿Qué puedo hacer para cuidar mi piel durante la menopausia?
El paso del tiempo es inevitable y no podemos evitar los procesos fisiológicos normales de la edad como la menopausia.
No obstante, queremos daros una serie de consejos que pueden ayudar a mejorar el aspecto de una piel madura.
- Hidrata la piel diariamente. Es importante utilizar cremas que mantenga la hidratación de la piel y ayude a recuperar su elasticidad. Las cremas tienen que ser específicas para cada tipo de piel, con lo que es recomendable preguntar al personal especializado y que éstos te recomienden la mejor crema para tu piel.
- No olvides de la hidratación oral. No solo nos hemos de hidratar por fuera, si no también por dentro. No esperes a tener sed para beber agua. Bebe diariamente entre 1,5-2L de agua u otras bebidas saludables sin azúcares.
- Utiliza cremas de protección solar y evita la exposición solar a las horas más cálidas. Siempre que salgas de casa no olvides proteger tu piel con crema solar (mínimo spf 50) para evitar los efectos que la radiación que pueden provocar tanto: piel seca, hiperpigmentación e incluso intensificando el envejecimiento cutáneo.
- Mantén una rutina de higiene. Antes de irte a dormir, es importantísimo limpiar la piel del maquillaje, de la polución o sustancias tóxicas que pueden alterarla.
- Por la noche utiliza cremas nutritivas o serum. Estas cremas son más nutritivas y pueden restaurar el daño causado en la epidermis contribuyendo a regenerarla. Como en el caso de las cremas hidratantes, has de buscar una específica para tu piel y para tus necesidades.
- Mantén una dieta saludable y rica en antioxidantes. La alimentación es imprescindible y es recomendable que se siga una dieta equilibrada y saludable. Las frutas y las verduras contienen antioxidantes que nos protegen del estrés oxidativo que puede causar daños en la piel. Por otro lado, las proteínas y las grasas poliinsaturadas omega 3 mantienen tanto la firmeza como la hidratación de la piel.
- Evita el tabaco, el alcohol y la cafeína. Estos aceleran en envejecimiento cutáneo.
- En caso de duda, visita a tu dermatólogo. Sobre todo, si aparecen manchas en la piel repentinas o cualquier síntoma extraño o lesión cutánea.
- No olvides de los complementos alimenticios.
SkinPro, el complemento alimenticio antienvejecimiento por excelencia
SkinPro contiene componentes únicos que forman la nutrición perfecta para suministrar de nuevo elasticidad a la piel y contribuir a la hidratación, densidad, reducción de arrugas y flacidez.
- Colágeno: Contiene 5000 mg de colágeno. Es una proteína fundamental en el cuerpo que garantiza la cohesión, elasticidad y regeneración de la piel, los cartílagos y los huesos. Concretamente el colágeno de Skinpro ha demostrado en estudios que reduce las arrugas, fortalece el cabello, mejora la hidratación y una menor fragmentación de la piel, además de contribuir a mantener huesos y articulaciones en buen estado.
- Glucosamina: Es un aminomonosacárido. Estimula la síntesis de glicosaminoglicanos y proteoglicanos que dan volumen e hidratación a la piel y juegan un papel importante en la proliferación celular y en la reparación del tejido dañado.
- Metilsulfonilmetano (MSM): Fortalece el tejido conectivo dando como resultado una reducción en la flacidez de la piel al igual que mejora la calidad del cabello y de las uñas.
- Vitamina C: Esencial porque contribuye a la formación de nuevo colágeno y es buena para un normal funcionamiento de los cartílagos, dientes, encías y piel.
- Arginina: Favorece la producción y regeneración de los tejidos.
- Cartílago de pescado: Cuya función es dar volumen e hidratación a la piel; estimulan los fibroblastos para que produzcan más colágeno además de hidratar la matriz y disminuir las arrugas.
- Condroitin: Aporta al cartílago propiedades mecánicas y elásticas y le proporciona a este tejido mucha de su resistencia a la compresión.
- Fitoceraminas: Contribuyen a mejorar la hidratación cutánea, reduciendo las líneas finas y las arrugas. Además, contribuye a mejorar la calidad del cabello y de las uñas.
- Ácido hialurónico: Retiene el agua creando volumen en la dermis y mejora la resistencia del cartílago. El resultado: más volumen e hidratación de la piel.
- Silicio: Proporciona la fuerza y elasticidad del colágeno y la elastina en los tejidos conectivos. También fortalece las uñas y favorece el crecimiento y previene la pérdida de cabello.
- Lisina: Se ha demostrado que un déficit provoca piel quebrada, uñas frágiles y pérdida de cabello.
- Extracto de granada: Es un antioxidante muy potente y ayuda en la protección y reparación de la piel.
- Glutamina: La L-glutamina fomenta la producción de nuevas células y retrasa el envejecimiento.
- Péptidos de elastina: Contribuyen a una mejor elasticidad de la piel.
- Vitamina B3: Necesaria para un buen estado de las mucosas y de la piel.
- Zinc: El zinc es un mineral esencial para la regeneración de los tejidos celulares y para la síntesis del ADN. Entre otras muchas funciones, el zinc contribuye a mantener la salud de la piel, el pelo y las uñas.
- Manganeso: Es necesario para la activación de la prolidasa, una enzima cuya función es la de aportar prolina, que contribuye a la formación de colágeno.
- Cobre: El cobre es un elemento esencial para la producción de elastina y colágeno.
- Biotina: Juega un papel muy importante en la salud de nuestro cabello, uñas y piel.
- Vitamina D3: Tiene propiedades como la del mantenimiento de los huesos y dientes.
- Selenio: Oligoelemento esencial con propiedades antioxidantes, es decir, protege a las células frente a los radicales libres. Los radicales libres pueden dañar nuestras células y perjudican nuestra salud como a nivel cutáneo.
* Si tienes dudas, pregunta a info@antiagingshop.es sobre las referencias de los estudios.
Conclusión
La piel puede sufrir cambios debidos a esta etapa, pero con un buen cuidado y con los complementos alimenticios como Skinpro pueden ayudar a ralentizar los efectos el envejecimiento.
Acaba una etapa y comienza otra. La menopausia es momento de la vida que se puede vivir con plenitud y salud; siempre y cuando nos cuidemos, nos preocupemos y aceptemos estos cambios de la mejor manera.
Miriam Barceló Camacho
Nutricionista / Dietista