Primero vamos a hablar un poco sobre qué es el colágeno; dónde se encuentra y por qué es tan importante su aporte diario.
El colágeno se encuentra en todas las estructuras importantes del cuerpo como los huesos, los tendones y los ligamentos. Forma parte de los tejidos conectivos. Concretamente da firmeza a la piel, por lo que es vital en la elasticidad de la misma. Además se encuentra en otras partes del cuerpo, como los vasos sanguíneos, las córneas y los dientes. También es el mayor componente del pelo y las uñas así como también compone la mayor parte de la dermis.
Se podría decir que es como el pegamento que mantiene las cosas juntas en nuestro cuerpo. De hecho, la palabra colágeno proviene de la palabra griega «kólla», que significa pegamento.
¿Qué función tiene en nuestro cuerpo?
El colágeno fortalece las estructuras del cuerpo. Fforma una barrera de protección frente a sustancias tóxicas, patógenas, toxinas medioambientales, microorganismos y células cancerosas. Además, contribuye al mantenimiento de las paredes de los vasos sanguíneos, el tracto digestivo, el corazón, los riñones, la vesícula biliar y la vejiga urinaria, y mantiene unidos los tejidos y las células de nuestro cuerpo.
Es la proteína más compleja del tejido conectivo y por lo tanto sostiene la piel. Su déficit provoca una falta de firmeza y un incremento de la flacidez de nuestra piel.
A medida que envejecemos, nuestro cuerpo produce menos colágeno y de menor calidad.
Uno de los signos visibles de esto es nuestra piel. Se vuelve menos firme y flexible. Así como los cartílagos que también se debilitan con la edad.
Los cuatro tipos principales son los tipos I, II, III y IV
Un resumen de los cuatro tipos principales de colágeno y sus funciones en su cuerpo:
- Tipo I. Este tipo representa el 90% del total del cuerpo y está hecho de fibras densamente empaquetadas. Proporciona estructura a la piel, huesos, tendones, cartílago fibroso, tejido conectivo y dientes.
- Tipo II. Este tipo está hecho de fibras más sueltas y se encuentra en el cartílago elástico, que amortigua las articulaciones.
- Tipo III. Este tipo apoya la estructura de músculos, órganos y arterias.
- Tipo IV. Este tipo ayuda con la filtración y se encuentra en las capas de la piel.
¿Cuándo empezamos a perder colágeno?
Nuestro metabolismo con los años cada vez se vuelve un poco más lento. Esto es debido a la disminución de la producción hormonal. En definitiva, como consecuencia del propio paso de los años se empieza a perder colágeno.
Esta disminución hace que las estructuras epiteliales sean más débiles, la piel más fina, fácil de dañarse, el pelo menos fuerte, comienzan los primeros signos de flacidez. Como consecuencia, llegan las primeras arrugas, a nivel de tejidos los tendones y los ligamentos son menos elásticos y las articulaciones menos flexibles.
Es a partir de los 25 años que comienza la disminución en la producción de colágeno. A partir de los 40 años esta es mucho mayor. Según dicen puede disminuir hasta un 1% cada año a partir de los 40 años.
Esta pérdida puede llegar hasta un 30% a los 70 años.
Las causas principales:
- Los radicales libres, producidos por la exposición solar en exceso, las personas fumadoras, los agentes contaminantes y algunos tóxicos, el estrés o el ejercicio físico exagerado, destruyen el colágeno existente.
- El envejecimiento no destruye el colágeno sino que disminuye la producción del mismo. Por ejemplo, durante la menopausia, esta falta de producción hormonal puede hacer que se pierda hasta un 30% del colágeno de la piel.
- Una alimentación inadecuada y los malos hábitos alimenticios, ya que el aporte de minerales,vitaminas y aminoácidos son fundamentales en la formación de proteínas. Igualmente el aporte de antioxidantes para evitar su destrucción. Así una dieta demasiado rica en azúcares simples, daña el colágeno.
¿Cómo podemos evitar la destrucción de colágeno?
Una vez conocemos cómo se pierde y por qué se pierde el colágeno estamos listos para actuar facilitando su formación y evitar su destrucción.
- Debemos evitar la exposición prolongada al sol y así evitar la formación de radicales libres. Sin embargo, es inevitable que ocurra a pesar de los cuidado que podamos tener a la hora de exponernos al sol. Para contrarrestar los radicales libres debemos a aportar una buena dosis de antioxidantes, que actuaran combatiendo los radicales que provocan la destrucción del colágeno de nuestra piel. Vitamina C, Coenzima Q10, Vitamina E
- Además de protegernos para evitar su destrucción, debemos aportar suficientes nutrientes para que el organismo tenga las sustancias necesarias para volver a “fabricarlo”.
- Evitar consumir demasiada azúcar y carbohidratos refinados. El azúcar interfiere con la capacidad del colágeno para repararse a sí mismo.
- Suplementación por vía oral
Suplementación con colágeno
- Vitamina C esta vitamina es una de las más potentes como antioxidantes, lo que ayudara a mantener altos niveles de colágeno, así muchas frutas entre ellos los cítricos, tomates y verduras son fuente natural de vitamina C, sobre todo si se es fumador el aporte de vitamina C ha de aumentarse ya que este es una de las fuentes más importante de destrucción de las fibras de colágeno y formación de radicales libres.
- La Coenzima Q10 mejora la actividad celular, lo que mejorara la capacidad de reparación y producción de colágeno.
- Colágeno marino hidrolizado la aportación a nivel oral, siempre será una ayuda sobre todo al ser fuente directa de aminoácidos.
Beneficios de suplementar con colágeno marino hidrolizado
No hay muchos estudios sobre los suplementos de colágeno, pero los que existen son prometedores en cuanto a beneficios en las siguientes áreas:
- Masa muscular. Un estudio de 2019 en hombres con actividad recreativa mostró que una combinación de suplementos de péptidos de colágeno y entrenamiento de fuerza aumentaba la masa muscular y la fuerza más que un placebo.
- Masa ósea: Un estudio en animales de 2017 analizó los efectos de administrar suplementos de colágeno a ratones con osteoartritis postraumática (PTOA). Los resultados indicaron que la suplementación puede desempeñar un papel protector en el desarrollo y la progresión de la enfermedad.
- Elasticidad de la piel. Las mujeres que tomaron un suplemento mostraron mejoras en la apariencia y elasticidad de la piel en un estudio de 2019.
En un estudio, las mujeres que tomaron un suplemento que contenía de 2,5 a 5 gramos de colágeno durante 8 semanas experimentaron menos sequedad de la piel y un aumento significativo de la elasticidad de la piel en comparación con las que no tomaron el suplemento.
Otro estudio encontró que las mujeres que bebieron una bebida mezclada con un suplemento de colágeno diariamente durante 12 semanas experimentaron una mayor hidratación de la piel y una reducción significativa en la profundidad de las arrugas en comparación con un grupo de control.
Los efectos reductores de arrugas de los suplementos de colágeno se han atribuido a su capacidad para estimular al cuerpo a producirlo por sí solo y promover la producción de otras proteínas que ayudan a estructurar la piel, incluidas la elastina y la fibrilina.
¿Cómo podemos aportar colágeno en nuestra dieta diaria?
Los complementos hechos de tripéptidos de colágeno como la proteína de guisante con sabor a cacao de Salengei o Skin pro de Rejuvenal vienen en polvo y se pueden incorporar fácilmente en nuestra alimentación, la forma de péptido no gelifica, por lo que puede mezclarla en batidos y sopas sin afectar su textura.
Es muy importante que los suplementos que vamos a tomar sean de alta calidad que nos garantice una óptima asborción.
Ximena Loayza Coello
Nutricionista