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Nutricosmética y antienvejecimiento

Siendo conscientes que la nutrición es muy importante en muchos y diferentes aspectos del organismo, en este artículo centramos el contenido sobre los efectos sobre la salud y el aspecto físico y cómo nos puede ayudar a llevar una vida más antienvejecimiento.

En el siglo V a.C. Hipócrates dijo: “Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”. En esta cita el famoso médico griego y filósofo reflexionó sobre la importancia de la nutrición y los efectos que tiene en nuestro organismo. “Eres lo que comes” afirmó. Así, es cierto que el estado nutricional de una persona se refleja en el aspecto físico. Un aporte deficitario en vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, aminoácidos y/o otras sustancias repercuten negativamente en el cuerpo.

Es a través de la cosmética que estamos más acostumbrados a tratar las consecuencias del envejecimiento tales como la pérdida de cabello, las uñas quebradizas o la aparición de arrugas; sin embargo, cuando la aplicamos por vía externa, su eficacia se ve reducida debido a la impermeabilidad de la piel. Resaltamos que los principios activos utilizados en la cosmética más avanzada son extractos de sustancias naturales que proceden de los alimentos. La administración de estos principios activos por vía digestiva favorece y potencia lo efectos de la misma y son aliados del antienvejecimiento.

¡Confirmado! una dieta equilibrada es la pareja perfecta de la cosmética ya que es clave para mantener nuestra salud física en un estado óptimo. A pesar de ello, el actual estilo de vida y el ritmo de comidas, junto con factores como el estrés o cambios metabólicos debidos a la edad, hacen necesario en muchos casos complementar la dieta con un aporte extra de algunos nutrientes.

Los nutricosméticos

Los nutricosméticos según el reglamento europeo se definen como “Productos alimenticios cuyo fin es complementar la dieta, consistentes en fuentes concentradas de nutrientes, comercializados en cápsulas o polvos y que deben tomarse en pequeñas cantidades”. Además, como son alimentos o nutrientes naturales, pasan unos controles rigurosos de seguridad e higiene, han de cumplir con los requisitos de pureza establecidos por la legislación y han de tener eficacia demostrada científicamente, protocolo necesario que vela por la protección de la salud de los consumidores.

El objetivo de estos productos es llegar más allá, donde los cosméticos no pueden penetrar y conseguir un efecto antiaging o antienvejecimiento.

La Dra. Gloria Sabater, en una entrevista publicada por la revista Telva, aclara “No son medicamentos, por lo tanto ni previenen ni tratan ninguna enfermedad”. Los nutricosméticos ejercen un efecto directo sobre el aspecto externo, que podemos resumir en el concepto de “belleza interior”.  Así, es posible encontrar productos destinados a cuidar la piel, mantener su firmeza, retrasar el envejecimiento, evitar la caída de cabello o mejorar su volumen, etc. Generalmente, estos compuestos antienvejecimiento son minerales, vitaminas, ácidos grasos, antioxidantes, polifenoles y extractos de plantas.

A continuación detallaremos una lista resumida de los efectos que tienen diferentes los compuestos más utilizados en la nutricosmética sobre la salud humana aprobados y declarados por la EFSA. Para más información a través de este link pueden consultar el documento oficial del “Diario Oficial de la Unión Europea” dónde se especifica las propiedades saludables de estos compuestos y el número donde se encuentra en el boletín de la EFSA:  https://www.boe.es/doue/2012/136/L00001-00040.pdf

Minerales

  • Calcio

    Es el mineral más abundante en el cuerpo humano y es responsable del buen funcionamiento de los músculos, huesos y dientes. También realiza otras funciones menos conocidas pero igual de importantes en el organismo; contribuye a la coagulación sanguínea normal, al metabolismo energético, favorece al proceso de división y diferenciación celular además de que ayuda al funcionamiento normal de las neutrotransmisiones.

  • Cobre

    Está presente en todos los tejidos del organismo, por ello su suplementación mantiene el tejido conectivo en condiciones normales, contribuye a la pigmentación del cabello y de la piel. Por otra parte contribuye al metabolismo energético en condiciones normales, contribuye en el sistema nervioso e inmunitario y protege las células del daño oxidativo y al metabolismo normal de la homocisteína.

  • Cromo

    Una de las acciones más conocidas es que mantiene los niveles de azúcar (glucosa) en sangre siendo muy útil en tratamientos coadyuvantes de la pérdida de peso. Además, contribuye al metabolismo normal de los macronutrientes, es decir, glúcidos, lípidos y proteínas.

  • Hierro

    El hierro es un mineral que nuestro cuerpo necesita para muchas funciones. El cuerpo necesita hierro para producir las proteínas hemoglobina y glóbulos rojos. Ayuda a transportar el oxígeno a las diferentes partes del cuerpo, reduciendo el cansancio y la fatiga. También mantiene la función cognitiva y al sistema inmunitario entre otras y muchas funciones.

  • Magnesio

    El magnesio ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga. Entre otras funciones conocidas el magnesio contribuye al mantenimiento de los dientes y de los huesos y forma parte del funcionamiento normal del sistema nervioso, de los músculos y del proceso de división celular.

  • Selenio

    Tiene un papel importante en algunas enzimas antioxidantes, inhibiendo la acción de radicales libres, por lo que ayuda a prevenir el daño celular y a retrasar el envejecimiento cutáneo. Entre otras funciones, el selenio mantiene el estado de las uñas y del cabello. Finalmente también contribuye a la espermatogénesis y al sistema inmunitario.

  • Zinc

    Es necesario para que el sistema de defensa del cuerpo (sistema inmunitario) funcione apropiadamente. Participa en la división y el crecimiento de las células, al igual que en la cicatrización de heridas y en el metabolismo de los carbohidratos. Tratando el aspecto físico, el zinc contribuye a un buen estado de las uñas y del cabello así mismo ayuda a mantener los huesos y a sintetizar ADN.

Vitaminas

  • Vitamina A

    Tiene una ligera acción regeneradora ya que contribuye a la diferenciación celular y a mantener la piel y las mucosas en buen estado. Esta vitamina también es útil para la vista y para mantener el sistema inmunitario en condiciones normales.

Actúa tanto en el interior como en el exterior de la célula. Es un cofactor enzimático en la síntesis de colágeno y por ello le otorgan sus propiedades de antienvejecimiento. Por otra parte es bien sabido que al ser un potente antioxidante, contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo y es útil en huesos, encías, dientes, piel, etc. Durante ejercicios físicos intensos y después de este, la suplementación de vitamina C contribuye a mantener el sistema inmunitario  y también mejora el estado de cansancio y fatiga.

Una de las funciones más conocidas de esta vitamina es la mantener en buen estado el sistema inmunitario, los huesos y los músculos, además de mejorar la absorción del calcio de la dieta y contribuir en el proceso de división celular.

Por su efecto antioxidante, protege a las membranas celulares frente a los fenómenos de oxidación y actúa a nivel de la barrera protectora de la piel.

Desde un punto de vista dermatológico, los ácidos grasos esenciales aportan gran flexibilidad y protección frente los agentes externos, ya que forman parte de la estructura de las membranas celulares. Tienen una potente acción antiinflamatoria entre otras muchas funciones.

 

Otras sustancias utilizadas en la nutricosmética

  • Resveratrol: Es un potente antioxidante que actúa contra los radicales libres y activa el gen de la restricción calórica.
  • Coenzima Q10: Para proporcionar energía a las células de nuestro cuerpo.
  • Colágeno: Para el mantenimiento de la piel y los huesos.
  • MSM: Una forma orgánica de sulfuro necesario para mantener correctamente la piel, el tejido conectivo, el cabello y las uñas. Esta sustancia aporta firmeza y tersura a la piel.
  • Ceramidas: tipo de grasa que con los años disminuye. Necesaria para devolver la función protectora a nuestra epidermis

Tener una hidratación correcta y una alimentación completa, rica en alimentos de origen vegetal, con menos carne roja y más pescado azul, colorida y alta en fibra es lo óptimo no solo para la piel sino para mantener un estado de salud favorable. Pero si lo que deseamos es no solo mantener sino mejorar, debemos añadir a nuestro ritual diario sustancias naturales antienvejecimiento como las que hemos indicado anteriormente. De este modo trabajaremos aspectos costosos de incidir únicamente con la alimentación y el efecto será notable. Nutrir el cuerpo y mimar la piel, siempre debe ser desde el interior, y en este caso con el uso de los nutricosméticos para evitar el antienvejecimiento.  Las cremas hidratantes no deberían ser el primer recurso para el cuidado cutáneo.

 

Miriam Barceló Camacho

Dietista / Nutricionista

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