Se acercan las fiestas y la pregunta que planteamos es si estás preparado para las copiosas comidas y las cenas excesivas. El exceso de comida y de alcohol puede llegar a causarnos malestar. En este blog vamos a tratar el alcohol, el desencadenante de la migraña.
Llega la Navidad y con ello, las celebraciones. Gracias a la Navidad, compartimos uno de los mejores momentos de nuestras vidas, es el momento de disfrutar de los tuyos, tanto amigos como familiares. Risas, regalos, diversión, ilusión, pero también puede que en algunas ocasiones exista una pequeña añoranza. Las fiestas se comparten con los seres queridos. Es el momento donde nos reunimos para disfrutar de buenas comidas y elegantes cenas. Sin embargo, durante estas celebraciones es difícil poner control a lo que comemos. Si cocinamos en casa, podemos vigilar y evitar las comidas que nos sientan mal. Si por otro lado vas a casa de algún familiar, decir que no a según qué manjares es complicado. Al final nos acabamos excediendo tanto en comida como en dulces y bebidas alcohólicas.
Durante las comidas navideñas se puede ver alterada nuestra salud. Aumentan las digestiones pesadas, las flatulencias, la sensación de hinchazón, el dolor de cabeza, las migrañas… Uno de los desencadenantes de estos síntomas es la histamina que contienen los alimentos. La histamina es una amina biógena que si se acumula en sangre puede causar los síntomas mencionados anteriormente. La enzima encargada de digerir esta histamina es la DAO.
Relación entre la migraña y la alimentación
Desde la antigüedad hemos relacionado que ciertos alimentos pueden causar migraña. Esta relación se fundamentó mediante encuestas en los cuales se relacionaba el consumo de ciertos alimentos con la aparición del dolor migrañoso. Se comprobó tras los resultados que muchos de los alimentos que aparecían como positivos, eran potencialmente ricos en aminas biológicamente activas: histamina, tiramina y otros. A pesar de ello, la relación entre migrañas y alimentación dio lugar a resultados controvertidos:
- Uno de los motivos es que la presencia de aminas en los alimentos es inconstante. Incluso en un mismo producto, puede que haya mayor o menor cantidad de histamina.
- Por otro lado, no todos los alimentos que estaban en la lista eran fuente de aminas.
¿Entonces, es cierto que la histamina puede causar migrañas? La respuesta ante esta pregunta es sí.
Hay personas que tienen baja actividad de esta amina oxidasa y tienen el riesgo de sufrir histaminosis alimentaria o intolerancia alimentaria.
A diferencia de la alergia alimentaria, la aparición de los síntomas o de los efectos adversos, no está ligada al consumo de un alimento en concreto. La migraña puede ser causada por el consumo de muchos alimentos con contenidos variables en histamina, tanto altos como bajos.
No es de extrañar que en Navidad aumentan los casos de migraña. Alimentos como los canapés, los aperitivos con embutidos, los ahumados, las salsas como la bechamel y la tártara, el marisco, los turrones, polvorones y las bebidas alcohólicas son ricos en histamina. Podemos ver en el anterior post que es la histamina y que alimentos la contienen.
Debido al consumo de estos alimentos tan populares en Navidad, puede haber una saturación en el momento de metabolizar la histamina por la poca actividad de la DAO. La baja actividad de la enzima provoca que mucha histamina penetre en el organismo. Ésta pasa al torrente sanguíneo y aumenta su concentración plasmática. Una vez en la sangre, se distribuye en diferentes puntos del organismo.
Los síntomas más frecuentes derivados por el déficit de DAO son:
- Migrañas y otras cefaleas vasculares.
- Trastornos gastrointestinales como el estreñimiento, diarrea, saciedad, flatulencia, sensación de hinchazón.
- Trastornos dermatológicos como la piel seca, atópica o psoriasis.
- Dolores en los tejidos blandos.
- Fatiga crónica.
- Trastorno de atención e hiperactividad (TDAH) en niños y adolescentes.
No se han de presentar necesariamente todos los síntomas descritos en una misma persona. Sin embargo sí que es frecuente que como media, 3 de dichos síntomas, siendo la más frecuente la migraña, se den en un caso particular.
Alcohol y enzima DAO
Al margen de los alimentos ricos en histamina o de otros alimentos ricos en otras aminas que pueden llegar a saturar la DAO, existen los alimentos que la bloquean, como el caso del alcohol.
La ingesta de etanol provoca un aumento de los niveles en sangre de histamina. El alcohol puede provocar lo siguiente:
- Disminución de la cantidad de la enzima DAO en la mucosa intestinal, incluso en personas sanas que no tienen un déficit genético de la enzima.
- Un incremento de la liberación de histamina por los mastocitos del intestino que puede contribuir a dañar la mucosa.
- Una inhibición de la DAO. Parte del alcohol compite con la histamina en el momento de degradarse dentro del organismo.
Este último punto es el más importante. Cuando se metaboliza el alcohol, su metabolito el acetaldehído (ALDH) compite con los metabolitos de la histamina (N-imidazol acetaldehído o el N-metilimidazol acetaldehído) por la enzima aldehído deshidrogenasa. Esta enzima es la encargada de degradar el alcohol como la histamina. Como consecuencia de esta competición, la histamina se acumula, inhibiendo la DAO y aumentando en la sangre.
El alcohol es uno de los alimentos más nocivos para las personas con déficit de DAO. Aunque no sólo para ellas, incluso en personas sanas que no tienen un déficit genético de la enzima pueden sufrir las consecuencias de la migraña debido a un aumento en la histamina en sangre. El alcohol además de contener histamina, contiene otras aminas que también tienen la propiedad de bloquear la DAO.
Esto se ve perfectamente reflejado en la resaca. La gran mayoría de personas, aun sin tener una baja actividad de DAO, presenta un cuadro típico de malestar de la migraña. Estos efectos del alcohol son debidos al incremento de histamina tras ser bloqueada por la actividad DAO.
De todas las bebidas alcohólicas, la que más cantidad de histamina tienen son aquellas que han sufrido una doble fermentación. Es el caso de las bebidas espumosas. Entre ellas encontramos el cava o champagne, muy típicas en las celebraciones navideñas, la cerveza y el vino espumoso. Las siguen el vino, los licores y los destilados.
Estas Navidades, si quieres prevenir el dolor de cabeza, la migraña y el malestar general, vigila lo que comes pero sobre todo, no abuses del alcohol.
¡Felices fiestas!
Miriam Barceló Camacho
Dietista/Nutricionista