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Antienvejecimiento y Sistema Inmune- Inmunosenescencia

inmunosenescencia

Este año y tras los dos años anteriores, el sistema inmunitario, ha sido Y SIGUE SIENDO un tema PRIMORDIAL.  Sin embargo, hay otro concepto que va de la mano y que poco se ha oído hablar, el antienvejecimiento. En este post trataremos de las consecuencias de tener un sistema inmune envejecido, también conocido como inmunosenescencia, y de cómo podemos prevenir su deterioro con técnicas antienvejecimiento.

 

Envejecimiento e inmunosenescencia

Antes de empezar, queremos dejar claros un par de conceptos sobre qué es el envejecimiento. El envejecimiento es un proceso normal en el cual, nuestro organismo con el paso de los años se ve afectado por diversos cambios. Estos cambios básicamente se resumen en una disminución de la estructura y la funcionalidad de nuestros sistemas y órganos. Una de las consecuencias visibles de este deterioro es el aumento de la vulnerabilidad de nuestro cuerpo ante las diferentes enfermedades, también conocido como inmunosenescencia.

Antienvejecimiento, clave para evitar la inmunosenescencia

En varios estudios realizados se ha demostrado que una buena inmunidad en personas de edad avanzada es clave en el envejecimiento, e implica una mejor salud y longevidad. Es por ello que cuidar nuestro sistema inmune favorece, además de estar sanos, a envejecer más lentamente. ¿Y cómo podemos cuidarnos? ¡Previniendo! Sigue leyendo y te explicaremos como prevenir.

 

Qué es y cómo funciona nuestro sistema inmune

El sistema inmunológico se encarga de defender nuestro cuerpo de infecciones, entre ellas las agresiones externas tales como virus, bacterias, hongos y agresiones producidos por contaminación o radiación.

Estos años, el tema principal sobre lo que se ha hablado es el COVID-19, sobre vacunas, sistema inmunológico y cómo fortalecer nuestras defensas. Así que, para más información, te recordamos un anterior post donde hablamos de los nutrientes que aumentan nuestro sistema inmune.

Pero el sistema inmune no sólo se encarga de defendernos de lo externo, si no también de agresiones internas como pueden ser células malignas como células cancerígenas entre otras.

El sistema inmune nos defiende de agentes internos e externos

En primera instancia, el sistema inmunológico innato ataca y destruye estos agentes u organismos infecciosos a los que llamamos antígenos. Entre sus funciones se encuentra las de detectar y reconocer las sustancias extrañas que invaden nuestro organismo y actuar contra ellas.

La segunda línea de defensa es el sistema inmunológico adaptativo. Este es el encargado de memorizar los antígenos para que, en posteriores ataques, lo reconozca y combata el antígeno de forma más rápida y eficaz. Entre las células que se encargan, encontramos los linfocitos T, B y los fagocitos.

 

Cambios del envejecimiento que afectan al sistema inmunitario

Como hemos comentado al principio del post, el envejecimiento puede alterar algunos de nuestros órganos y sistemas, entre ellos, el sistema inmunitario. La inmunosenescencia tiene como consecuencia una baja respuesta inmunitaria, una disminución en la capacidad de reacción ante un antígeno y un incremento de riesgo ante una infección.

Podemos prevenir la inmunosenescencia con medidas antienvejecimiento

Las consecuencias pueden ser las siguientes.

  • Menor capacidad de combatir enfermedades
  • Aparición de trastornos autoinmunes
  • Cicatrización lenta
  • Disminución en la capacidad de corregir defectos celulares

 

Menor capacidad de combatir enfermedades

La médula ósea y el timo son los dos órganos que favorecen tanto a producir como a madurar los linfocitos. Con los años, la actividad de estos órganos se ve reducida, provocando una disminución en la cantidad de linfocitos. Si la concentración de estas células inmunitarias se ve reducido, también la reacción del sistema inmunológico. Como consecuencia pierde efectividad ante las infecciones tales como respiratorias, gastrointestinales e urinarias.

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Aparición de trastornos autoinmunes

Las enfermedades autoinmunes es una enfermedad del cual nuestro sistema inmune confunde los tejidos propios como tejidos extraños. De esta manera nuestras células inmunitarias atacan nuestro organismo. Uno de los problemas de este tipo de enfermedades es debido a la inmunosenescencia.

 

Cicatrización lenta

En condiciones normales, ante una herida, nuestro sistema inmune actúa frente a los antígenos que pueden entrar, hasta que esta se cura. Sin embargo, cuando envejecemos la curación y el proceso de cicatrización se ve reducido. Por lo que los linfocitos no actúan con la misma celeridad. Las heridas pues quedan expuestas más tiempo a los agentes externos causando un riesgo de infección cutánea.

 

Disminución en la capacidad de corregir defectos celulares

El sistema inmune además de agentes externos, se encarga de detectar y eliminar células malignas. Si nuestra inmunidad está debilitada debido a la inmunosenescencia, las células tumorales ganan terreno a los linfocitos y propagar su reproducción.

 

Antienvejecimiento, como método de prevención para el sistema inmune

Vacunas

Debido al COVID-19, todos sabemos que las vacunas son imprescindibles para protegernos de los patógenos como el virus SARS-CoV-2. Sin embargo, aunque esta vacuna es la más comentada en la actualidad, existen muchas otras vacunas que actúan para prevenir la infección o los efectos graves en caso de infección.

La vacuna como método de prevención para virus

Es real que, en casos de la tercera edad, la acción de la vacuna se ve disminuida en comparación con un cuerpo joven. Por ello, la efectividad y durabilidad puede ser inferior. Es necesario, pues, seguir las recomendaciones sanitarias y consultar a nuestro médico en caso de duda.

Las vacunas, en cierta manera, pues puede servir como tratamiento antienvejecimiento del sistema inmunitario.

 

Hacer ejercicio

Entre los beneficios de realizar ejercicio diario se encuentra la mejora del sistema inmunitario. Es importante practicar deporte de unos 30 minutos y con una periodicidad, como mínimo, 3 veces por semana.

El ejercicio físico como medida antienvejecimiento

No es necesario realizar un deporte extremo o ir al gimnasio. Eso sí, cualquier actividad que realicemos debemos asegurarnos de mover gran parte de nuestro cuerpo. Nadar, caminar a paso ligero y actividades como el yoga, son deportes que implican un movimiento completo y por lo tanto son adecuados. Además, estos ejercicios te ayudarán a mantenerte activa, sana y son adecuados para prevenir una deficiencia en el sistema inmune causada por el envejecimiento.

Al practicar deporte debemos tener en cuenta también nuestra alimentación. Por ejemplo, debemos aumentar los alimentos ricos en antioxidantes y también podemos pensar en los alimentos proteicos para enriquecer nuestra dieta. Estos no sólo nos ayudarán a prevenir el cansancio, si no que también son el perfecto componente antienvejecimiento que podrá fortalecer nuestra mente y nuestras defensas.

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Alimentación saludable

Una dieta equilibrada es esencial para evitar problemas asociados como la obesidad, diabetes, hipertensión arterial, etc. Además de ello, una mala alimentación conlleva un empobrecimiento del sistema inmune.

Una dieta saludable como parte de nuestro proceso de antienvejecimiento

La alimentación nos ayuda a mantener un sistema inmunológico en condiciones saludables. Ésta debe ser variada, rica en fibra, baja en grasas saturadas y sobre todo libre de grasas TRANS. Es importante que incluya grasas monoinsaturadas. Estas las encontramos en algunos pescados, en aceite de oliva y frutos secos. La relación de hidratos de carbono, proteínas y grasas debe ser equilibrada y ser rica en vitaminas y minerales.

Los estudios indican que una dieta equilibrada ha de estar compuesta por 5 raciones de frutas y verduras al día. Gracias a estas, contienen vitaminas, minerales y antioxidantes que refuerzan nuestro sistema inmunitario.

 

Reducir consumo alcohol y eliminar el tabaco

Aunque parezca obvio, es importante dejarlo claro. El alcohol y tabaco son uno de los causantes de tener un sistema inmunológico debilitado. Puede que se le atribuyan ciertos beneficios a la ingesta puntual de vino, pero si consumimos alcohol en exceso, las consecuencias pueden ser muy graves.

Evita el alcohol y el tabaco para mejorar tu sistema inmunitario

Dentro de una dieta y estilo de vida saludable, NO se encuentran ni el alcohol ni el tabaco, con lo que para contribuir a nuestro ideal de antienvejecimiento, hemos de intentar evitar estos dos productos nocivos para la salud.

 

Dormir y descansar

Como medida antienvejecimiento, es importante dormir y descansar. Además de mejorar nuestro sistema inmunitario. El estrés provoca una disminución de nuestra inmunidad.

No olvides que el descanso y un buen sueño, es primordial para mejorar nuestra salud y contribuir al antienvejecimiento

 

Complementos alimenticios

Los complementos alimenticios son ideales para mantener en condiciones saludables nuestro sistema inmune.  A continuación, os dejamos algunos ejemplos.

Complementos alimenticios como método antienvejecimiento

  • Active Inmunidad  de Salengei, contiene vitaminas A, C, D y K y oligoelementos como el selenio y zinc que contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunológico. Esta formulación también contiene ácidos grasos omega-3 de tipo EPA (ácido graso eicosapentanoico) cuya presencia en estas perlas contribuye a controlar los procesos inflamatorios celulares que se observan en la mayoría de las patologías.
  • Immun’Age, nos ayuda a reducir el efecto de los radicales libres: Rico en antioxidantes, que tienen la función de mejorar nuestro sistema inmune, eliminando bacterias, hongos y virus.
  • El TA-65 es un complemento que contribuye a alargar los telómeros críticamente cortos. De esta manera nuestras células se deterioran más lentamente e incluso contribuye a mejorar el proceso de inmunosenescencia que ayuda a combatir infecciones. Para más información, te animo a leer el siguiente artículo de cómo sobre el antienvejecimiento del sistema inmune, un nuevo enfoque basado en la longitud de los telómeros.
  • La Vitamina D tiene un gran papel en el aumento de la capacidad de nuestro sistema inmune para luchar contra los patógenos.
  • Vitamina C contribuye a mantener un sistema inmunológico en condiciones saludables. Respalda diversas funciones celulares del sistema inmune (innato y adaptativo) y apoya la función de la barrera epitelial contra patógenos. Esta vitamina, en resumen, contribuye a eliminar los microbios.
  • Zinc es un micronutriente esencial para la función del sistema inmunológico. Participa en la regulación de las vías de señalización intracelular en las células inmunitarias innatas y adaptativas. Además, es necesario para la función normal y el desarrollo de las células que regulan la inmunidad inespecífica, incluidas las células asesinas naturales y los neutrófilos. En los últimos años, se han ido descubriendo aspectos moleculares sobre el zinc como regulador de la inmunidad.

 

Conclusión

El sistema inmunitario y el envejecimiento están estrechamente conectados. Es por ello que es importante tomar medidas antienvejecimiento y prevenir la inmunosenescencia.

Como siempre decimos, en la prevención está la clave.

Miriam Barceló Camacho

Dietista/Nutricionista

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