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Vitaminas y minerales para mejorar la efectividad de la vacuna COVID-19 (II)

Minerales

Retomamos la segunda parte del anterior post. En esta publicación hablaremos de los minerales que contribuyen a mejorar el sistema inmune y entramos en materia. ¿Son realmente efectivas las vitaminas y minerales para mejorar la efectividad de la vacuna? ¿Pueden mejorar su efecto en la vacuna para el COVID-19? No te pierdas esta segunda parte y finalización del post.

Las vitaminas y minerales ejercen un papel importante como cofactor de muchas vías metabólicas que son esenciales para mantener y hacer funcionar el sistema inmunitario. El déficit de hierro, zinc, cobre y selenio están asociados a una supresión de la inmunidad, tanto la celular y la adquirida. Por ello se aumenta el riesgo de morbilidad y mortalidad debido a infecciones virales, microbianas y parasitarias. Suplementar restaura la inmunocompetencia.

 

Minerales y sistema inmune

Zinc

El zinc es un elemento esencial para el sistema inmunitario. Influye en el crecimiento, desarrollo e integridad  del sistema inmune. Tiene múltiples funciones:

  • Contribuye en la capacidad regenerativa de la piel, que es la primera capa protectora del sistema inmune.
  • Influye en la regulación de los linfocitos a nivel génico.
  • Interviene en la función de las células del sistema inmune no específico como los neutrófilos y las células NK.
  • Regula la modulación del sistema inmune específico, activando linfocitos T, citoquinas y contribuye en la maduración de los linfocitos B.
  • Actúa sobre el número y la función de los macrófagos, especialmente en su función fagocítica.

Es por ello que una deficiencia de zinc está asociada con una hipersensibilidad retardada cutánea, una disminución de la cantidad de linfocitos, menor actividad del timo, reducción de anticuerpos y una actividad deteriorada de las NK. Esto afecta a la capacidad de eliminar los antígenos y un desequilibrio en el sistema inmunitario.

Fuentes de zinc

Generalmente el zinc se encuentra en alimentos de origen animal como las ostras (mayor fuente de zinc), mariscos, carnes en general, pescado y dentro de los productos lácteos. También se encuentra en los alimentos de origen vegetal, sin embargo en este caso, su biodisponibilidad se ve reducida (absorción y metabolismo). En productos vegetales los encontramos en cereales integrales, soja, frutos secos, legumbres y semillas.

https://nutricion.org/portfolio-item/zinc/

 

Selenio

El selenio es un mineral primordial para tener una respuesta inmunitaria en buenas condiciones. Actúa tanto en el sistema innato como el adquirido.

Su déficit se asocia a una baja capacidad para sintetizar anticuerpos como Natural Killer, linfocitos del tipo T y citoquinas. También provoca una disminución en la producción de inmunoglobulinas IgM e IgG.

Es importante adquirir una ingesta adecuada de este mineral ya que actúa frente algunas infecciones víricas.

Fuentes de Selenio

Las fuentes de selenio son: nueces de Brasil, carnes (sobre todo rojas), ajo, huevos, pescados, mariscos y cereales.

Hierro

La deficiencia de hierro se asocia a un aumento en la morbilidad a causa de enfermedades infecciosas. Esto a se debe a que el déficit origina un fallo en los mecanismos de defensa de la persona y ocasiona una hipersensibilidad retardada cutánea. Por ejemplo, hay una menor capacidad para eliminar antígenos, disminuye el número de NK y baja la capacidad de estimular los linfocitos. Sin embargo, los linfocitos B en este caso, no se ven afectados.

Todo es decir, que un exceso de hierro también es perjudicial para el sistema inmune. Esto provoca un riesgo de padecer infecciones ya que muchas bacterias necesitan hierro para crecer y desarrollarse. Además, una sobrecarga de hierro provoca una disminución en la producción y actividad de linfocitos tipo T así como en la actividad para eliminar patógenos por parte de los neutrófilos.

Fuentes de hierro

El hierro lo podemos encontrar de dos formas en los alimentos:

  • Hierro hemo: los encontramos en alimentos de origen animal. Su absorción y metabolización es mayor que el hierro no hemo (presente en alimentos de origen vegetal). Por lo general el hierro hemo se absorbe entre un 15-35% del total ingerido. Las fuentes más abundantes son los berberechos, chirlas, almejas y carnes (principalmente rojas).
  • Hierro no hemo: Se encuentra en productos vegetales. Del total ingerido sólo se absorbe entre un 1 y 20%. Con la dificultad añadida de que el hierro no hemo es menos biodisponible que el hemo. Alimentos pueden ser cereales integrales, frutos secos y verduras como acelgas, coles, espárragos.

https://nutricion.org/portfolio-item/hierro/

 

Cobre

El cobre es esencial para el desarrollo, crecimiento y mantenimiento del sistema inmunológico. Ingestas elevadas de hierro y cinc pueden ocasionar una deficiencia moderada de cobre. Es sin embargo, complicado tener un déficit de este mineral, salvo en el caso de desnutrición.

El cobre es necesario para ayudar a diferenciar, madurar y activar las células inmunes. Según los estudios la actividad de las células T y B disminuyen en caso de déficit de cobre. También disminuye la actividad de los neutrófilos, macrófagos, NK y existe una reducción en la producción de anticuerpos.

Fuentes de cobre

Como comentábamos, es muy difícil tener un déficit de cobre. Las fuentes alimenticias con cantidades más elevadas son ostras, mariscos, granos enteros, legumbres, nueces, patatas, vísceras.

 

 

Efectos de vitaminas y minerales sobre las vacunas

Tras estos dos posts relacionados con las vitaminas y minerales para la inmunidad, hacemos una pequeña primera conclusión: un buen estado nutricional es esencial para tener un sistema inmunitario en perfectas condiciones.

Ahora sí, ahora es el momento que seguramente estabas esperando; la parte donde hacemos una revisión científica sobre el efecto de las vitaminas y minerales sobre las vacunas. ¡Comenzamos!

En un ensayo controlado aleatorio realizado a 83 voluntarios sanos de entre 65 y 85 años, se estudió el efecto del consumo de frutas y verduras en la función inmunológica antes y después de la vacuna Pneumovax II. Se comparaba el consumo de ≥5 porciones de frutas y verduras por día en comparación con ≤2 porciones en personas del grupo control. El objeto del estudio era valorar la respuesta de anticuerpos a la vacunación. Tras 16 semanas se corroboró que el grupo que consumía verduras y frutas mejoraba la respuesta de anticuerpos de la vacuna Pneumovax II. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23134881/

Otro estudio se comprobó que suplementar con selenio (50 o 100 mcg/d) en adultos del Reino Unido mejoró la respuesta inmune a la vacuna contra el virus de la polio. Y no sólo eso, también se redujo la aparición de cepas virales mutantes. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/15213043/

En el estudio Impact of Trace Elements and Vitamin Supplementation on Immunity and Infections in Institutionalized Elderly Patients se evaluó la suplementación con zinc y selenio con o sin vitaminas A, B y E en personas de avanzada edad antes y después de la vacuna del virus de la influenza. El resultado fue que estos minerales mejoraban significativamente la respuesta humoral después de la vacunación, es decir que los anticuerpos contra la influenza aumentaron. También se concluyó que reduce la morbilidad por infecciones del tracto respiratorio. https://jamanetwork.com/journals/jamainternalmedicine/article-abstract/484994

Estudios de vitaminas y minerales sobre el COVID-19

Con la pandemia aun presente, no ha dado tiempo a realizar estudios que relacionen la efectividad de las vitaminas y minerales sobre la vacuna para hacer frente al COVID19, sin embargo hemos encontrado estudios que los relacionan con la enfermedad.

Se realizó un estudio en ancianos para ver el efecto de las vitaminas D, E, C, zinc, selenio y ácidos grasos sobre el sistema inmunológico y sobre sus beneficios para quienes están infectados por COVID-19. Se les suplementó con dosis altas y se comprobó que estas vitaminas y minerales ejercen un efecto positivo sobre la inmunidad, particularmente en la población anciana tanto en riesgo como si padecen COVID. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7415215/

Así mismo, en el estudio A Review of Micronutrients and the Immune System–Working in Harmony to Reduce the Risk of Infection se confirma lo mencionado en el estudio anterior. El sistema inmune necesita las vitaminas A, D, C, E, B6 y B12, ácido fólico, zinc, hierro, cobre y selenio, en cada etapa de la respuesta inmunitaria, ya que desempeñan funciones vitales, a menudo sinérgicas. La evidencia disponible indica que la suplementación asegura el correcto funcionamiento del sistema inmunológico. Puede modular la función inmunológica y reducir el riesgo de infección.  https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31963293/

 

La importancia de suplementar

Philip C Calder publicó en mayo de 2020 en la revista BMJ Nutr Prev Health una revisión sobre la Nutrición, inmunidad y COVID-19. El resumen de esta publicación es que a través de las investigaciones y de estudios realizados en personas se ha demostrado que las vitaminas (A, B6, B12, folato, C, D y E) y oligoelementos (zinc, cobre, selenio, hierro) tienen un papel clave en el sistema inmunológico y en la reducción de infecciones. Estos nutrientes tienen un papel fundamental en el apoyo para combatir bacterias y virus. Además se ha comprobado que el zinc y el selenio ejercen un papel muy importante en las defensas antivirales. Es por ello que en el estudio se recomienda que las personas consuman las cantidades suficientes de estos nutrientes esenciales para ayudar a su sistema inmunológico y de esta manera contribuir a luchar con los patógenos y contra el COVID-19.

Para finalizar esta publicación, sugiere que la ingesta de algunos micronutrientes como las vitaminas C, D, E, zinc y selenio en dosis superiores a las que se consiguen con la dieta, mejoran la respuesta inmune. Por lo que sugiere que se ha de considerar una suplementación para ayudar a lidiar con los patógenos y hacer frente al virus del COVID-19.   https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7295866/

Tales deficiencias inmunológicas se han relacionado con respuestas deficientes a las vacunas.

 

Vitaminas y minerales sobre la vacuna del COVID-19

A pesar de no existir estudios concretos que traten la eficacia de las vitaminas y minerales en vacunas para el COVID-19, sí que hemos encontrado una revisión muy interesante publicada en el British Journal of Nutrition que habla sobre la importancia de la suplementación en ancianos antes y después de la vacuna.

En este artículo se demuestra que la respuesta inmune de los ancianos ante la vacuna para el COVID-19 es inferior que la de jóvenes. Debido a la inmunosenescencia, esta debilidad inmunológica no sólo se relaciona con la salud frágil sino también por la desnutrición y las deficiencias de micronutientes. Asegura en la publicación que estas deficiencias de vitaminas y minerales pueden limitar la eficacia de las vacunas COVID. Y como conclusión comenta que sería conveniente proponer que los suplementos nutricionales que contengan vitaminas A, B6, B9, B12, C, D y E y los minerales zinc, cobre, selenio y hierro se deban proporcionar de manera gratuita a las personas mayores de 70 años semanas antes y después de recibir la vacuna COVID-19. Comentan que el coste de proporcionar un complemento sería una inversión para asegurar una respuesta mayor a la vacuna.

https://www.cambridge.org/core/journals/british-journal-of-nutrition/article/optimising-covid19-vaccine-efficacy-by-ensuring-nutritional-adequacy/5F25F117DED5141638554BAAFC66E1FF#r7

 

Conclusión

Finalmente concluimos estos dos artículos diciendo que mantener niveles óptimos de vitaminas y oligoelementos en el organismo previo y posterior a la vacunación es ampliamente recomendado. Desde AntiagingShop recomendamos mantener una dieta equilibrada y tomar todas las precauciones para evitar contagiarnos del COVID-19. Por ello dejamos unos links de los minerales que mejorar el sistema inmune.

Esperamos que este artículo haya sido de interés. ¡Hasta la próxima!

Miriam Barceló

Nutricionista/Dietista

Texto adaptado

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