Se ha comprobado que a partir de los 25-30 años empiezan a ser visibles las primeras líneas de expresión alrededor de la boca, de los ojos y del entrecejo. Con el paso del tiempo, la piel se deshidrata y aparecen las arrugas, las manchas, la flacidez, la sequedad y la fragilidad cutánea. Para ralentizar este proceso y evitar que los gestos repetitivos que hacemos al reír, comer, hablar,… queden impresos en nuestro rostro, es necesario el uso de la cosmética.
Recomendamos el aceite de rosa mosqueta de Gloria García que actúa desde el interior estimulando las células que producen colágeno y elastina, moléculas que nutren e hidratan la piel. Esta propiedad lo convierte en uno de los regeneradores naturales más potentes que existen.
El aceite estimula la renovación de las capas superiores de la piel, mejora el tono y la luminosidad y reduce la apariencia de manchas. Lo que lo hace perfecto para el tratamiento de cicatrices, ya sean producidas por cirugía, quemaduras, acné, etc. Basta con aplicarlo dos veces al día, directamente sobre la zona deseada efectuando un leve masaje hasta su total absorción.
En tan solo tres semanas se aprecian los resultado y al cabo de unos meses la transformación es evidente.
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