Los excesos de las fiestas pueden contribuir a que padezcamos más infecciones. En esta época, por lo general, solemos consumir más azúcares refinados y alcohol. Hoy os queremos hablar de la relación entre consumo de alcohol y cistitis, así como recordaros algunos consejos para ayudar a prevenir las infecciones recurrentes de las vías urinarias y/o aliviar sus síntomas en caso de que ya se hayan instaurado.

Pero antes de todo, vamos a aclarar conceptos.

Cistitis e infección de orina, ¿son lo mismo?

Como os contábamos en este post, la cistitis es un proceso inflamatorio de las vías urinarias inferiores debido, generalmente, a una infección causada por una bacteria. No obstante, hay otras causas de origen no infeccioso que pueden provocar cistitis de otros tipos, como por ejemplo:

• Consumo excesivo de azúcares, bebidas azucaradas, alcohol etc.: este tipo de alimentos y bebidas pueden favorecer la inflamación de la vejiga – sin que haya bacterias de por medio necesariamente – al irritar sus paredes.
• Cálculos renales, que “rascan” el revestimiento de la vejiga.
• Cistitis intersticial (o síndrome de la vejiga dolorosa): se cree que este tipo de cistitis crónica podría ser el resultado de afecciones que causan inflamación en diversos órganos. Sus síntomas pueden variar, desde una leve molestia o presión en la zona pélvica hasta dolor intenso en la vejiga o urgencia urinaria.
• Cistitis postcoital: se da solo en mujeres, debido a la formación de microlesiones en el tejido vaginal producidas por el traumatismo mecánico de las relaciones sexuales con penetración.

Es importante diferenciar las cistitis de origen infeccioso de las cistitis producidas por otras causas para poder aplicar el tratamiento correcto en cada caso.

Relación entre el consumo de alcohol y la incidencia de la cistitis

Como ya hemos comentado, el alcohol puede ser un desencadenante de la cistitis por su efecto irritante en las paredes de la vejiga, que puede provocar su inflamación.

Por otro lado, el alcohol inhibe la liberación de vasopresina, la hormona encargada de enviar señales a los riñones para que retengan líquidos. Como consecuencia, el alcohol nos hace aumentar la frecuencia con la que orinamos, lo que conlleva una pérdida excesiva de líquidos. Por cada 250 ml ingeridos de bebida alcohólica el cuerpo expulsa entre 800 y 1.000 ml de agua, es decir, se pierde cuatro veces más líquido del que se gana, produciendo deshidratación. Además de ser responsable de la (molesta) resaca. Esta deshidratación provoca que disminuya la cantidad de orina (como compensación a la pérdida excesiva de líquidos), y eso impide la correcta eliminación de toxinas.

Además, el alcohol (junto a otras bebidas excitantes como el té o el café y comidas como la carne, el pescado, los huevos, el queso, las grasas animales, los aceites vegetales, los cereales o el azúcar), modifica el pH de la orina -acidificándola – cosa que contribuye también a la proliferación de bacterias.

Como prevenir o aliviar los síntomas de la cistitis

Lo primero que debemos hacer cuando tenemos síntomas de cistitis es acudir al médico para que nos hagan las pruebas convenientes que confirmen si padecemos esta u otra afección de las vías urinarias, así como su origen (infeccioso o no y, en caso que lo sea, de qué tipo). Dicho esto, una vez tengamos un diagnóstico y tratamiento adecuado y si lo que queremos es prevenir las recaídas o aliviar los síntomas, aquí os dejamos algunos consejos que os pueden ayudar.

1. Tomar suficiente líquido

Beber un mínimo de 1,5 litros de líquido (agua, infusiones, caldos…) ayuda a eliminar las bacterias del tracto urinario.

2. Orinar frecuentemente, y siempre después de tener relaciones sexuales

El crecimiento bacteriano es mayor cuanto más tiempo permanece la orina en la vejiga. Y la manera de eliminar estos microrganismos es expulsándolos con la orina. Esto es especialmente importante después de mantener relaciones sexuales. La actividad sexual incrementa hasta cuarenta veces el riesgo de infección y posibilita que ciertos microrganismos queden alojados en la uretra.

3. Combatir el estreñimiento

Combatir el estreñimiento para evitar que los gérmenes puedan colonizar los tejidos cercanos al tracto urinario. En el caso de las mujeres, es importante limpiarse de delante hacia atrás cuando vamos al baño para evitar que bacterias como el E.coli entren en contacto con la zona urogenital. Esta bacteria causa el 80% de cistitis de origen infeccioso

4. Usar jabones neutros para la higiene íntima

Utiliza jabones con pH neutro y evita los perfumados, que pueden causar irritación.

5. Utilizar ropa interior de algodón y evitar prendas ajustadas

Las prendas demasiado estrechas o fabricadas con material sintético favorecen la transpiración y, por tanto, la proliferación de microbios.

6. Fortalecer el sistema inmune

Tener un sistema inmune en condiciones normales ayuda a hacer frente a posibles infecciones, siguiendo una alimentación antiinflamatoria y rica en frutas y verduras. Además, podemos tomar algún complemento para reforzar las defensas, como Active Inmunidad o Immun’Age.

7. Sustituir los tampones y compresas convencionales

Los tampones no son aconsejables si las infecciones urinarias aparecen en el periodo premenstrual. Pueden favorecer la humedad, impedir la correcta expulsión de las bacterias y favorecer su colonización. Asimismo, las compresas convencionales llevan plásticos y productos químicos que pueden provocar irritación. Hoy en día existen un montón de alternativas (bragas menstruales, copa menstrual, compresas de tela…) más respetuosas tanto para la piel como para el medioambiente.

8. Tomar algún complemento con extracto de arándano rojo

El arándano rojo es rico en proantocianidinas del tipo A. Estas sustancias minimizan e inhiben la actividad de la bacteria Escherichia Coli (E. coli), responsable de la mayor parte de las infecciones urinarias de repetición, como la cistitis.

Cystiplus de Salengei es un complemento que puede ayudar a prevenir y aliviar los síntomas de las infecciones leves recurrentes del tracto urinario inferior gracias al arándano rojo, la D-manosa y el enebro, ingredientes que trabajan en sinergia y que refuerzan el efecto antiséptico, antiinflamatorio y diurético.

Conclusión

El alcohol puede ser un desencadenante de la cistitis por diferentes razones. En primer lugar, por su efecto irritante que puede provocar la inflamación de las paredes de la vejiga. Por otro lado, el alcohol provoca deshidratación. El organismo compensa la pérdida excesiva de líquidos disminuyendo la producción de orina, y eso impide la correcta eliminación de toxinas. Además, el alcohol acidifica la orina, cosa que contribuye a la proliferación de bacterias.

Una de las medidas que pueden ayudar a prevenir la cistitis son los complementos alimenticios a base de arándano rojo. Cystiplus, además de arándano rojo, contiene D-manosa y enebro. Estos ingredientes trabajan en sinergia ofreciendo una triple acción: antiséptica, antiinflamatoria y diurética.

Laura Blanco

Dietista