fbpx

Cómo ayudar a nuestro sistema inmunológico a prevenir su envejecimiento

El sistema inmunológico es una pieza clave en el antienvejecimiento, en la salud y longevidad. En este blog te lo explicamos cómo ayudarlo a prevenir su envejecimiento.

El envejecimiento es el proceso normal de transformación de nuestro organismo asociado al paso del tiempo y provoca cambios en la estructura y función de nuestros sistemas y órganos aumentando la vulnerabilidad de nuestro cuerpo frente a la enfermedad.

Estudios realizados sobre personas de avanzada edad han demostrado que el sistema inmunológico es una pieza clave en el antienvejecimiento y en la salud y longevidad de las personas. Tener un cuerpo antiaging depende, en gran medida, de cuidado que tengamos de él. ¡La prevención es la clave!

Qué es y cómo funciona nuestro sistema inmunológico

El sistema inmunológico es el encargado de defender de forma natural nuestro cuerpo frente a las infecciones producidas por agresiones externas. Entre ellas encontramos las de naturaleza biológica, básicamente las bacterias, los virus, los hongos, y las agresiones producidas por la contaminación o las radiaciones.
Pero nuestro sistema inmunológico también reacciona frente agresiones internas, como podrían ser las células malignas.

Frente a todos estos agentes, el sistema inmunológico reacciona atacando y destruyendo los organismos infecciosos (antígenos). Estas son sus principales funciones: detectar y reconocer las sustancias extrañas que invaden nuestro organismo, y actuar contra ellas.

El sistema inmunológico adaptativo es el que combate en segunda línea (después del sistema inmunológico innato), y es el encargado de memorizar la enfermedad para combatirla en posteriores ataques. Este recuerdo es lo que llamamos memoria inmunológica, y es la que nos ayuda a combatir una enfermedad que ya hemos padecido, de forma más rápida y efectiva.

En el sistema inmunológico adaptativo encontramos:

  • Linfocitos T y B: son las células encargadas de reconocer y atacar los antígenos o cuerpos extraños. Se desarrollan en la médula ósea y maduran en el timo.
  • Fagócitos: son las células responsables de capturar y absorber las bacterias y todo tipo de partículas nocivas o inútiles para el organismo.

Sistema inmunologico y envejecimiento

Cuáles son los cambios que el envejecimiento provoca en el sistema inmunológico

Como consecuencia del proceso de envejecimiento, se producen cambios en nuestro organismo que se traducen en alteraciones en el sistema inmunitario. Nuestro sistema inmunitario se deteriora disminuyendo de este modo su respuesta inmune. Esta disminución de la respuesta inmunológica se llama inmunosenescencia.

Las consecuencias de este desgaste pueden traducirse en:

Disminución de la capacidad de combatir enfermedades.

La médula ósea y el timo, son los órganos que favorecen la producción y maduración de los linfocitos. Con el paso del tiempo, el timo empieza a atrofiarse provocando una disminución de la producción y calidad de linfocitos, debilitando parte del sistema inmunológico y perdiendo efectividad en el combate de las infecciones, como las respiratorias, gastrointestinales y urinarias.

Aparición de trastornos autoinmunitarios.

Con el paso del tiempo, el sistema inmunitario tiende a confundir tejidos propios con tejidos extraños y las células inmunitarias atacan partes de nuestro organismo. Esto es lo que se llama Trastorno Autoinmunitario. La diabetes puede aparecer como consecuencia de este trastorno y, a su vez, también puede provocar un descenso de la inmunidad.

El cuerpo cicatriza más lentamente.

El proceso de curación también se ve afectado por el envejecimiento. La cicatrización de las heridas y la curación de las inflamaciones se ralentiza. Los linfocitos no actúan con la misma celeridad y esto provoca que las heridas queden más tiempo expuestas a los agentes externos, propiciando un aumento del riesgo de infección cutánea.

Disminuye la capacidad de detectar y corregir defectos celulares.

Es otra función importante de nuestro sistema inmune la de detectar y eliminar células malignas. Con una inmunidad débil, algunas células tumorales pueden evadir la acción de los linfocitos y propagar su reproducción. Este hecho puede provocar la aparición de enfermedades asociadas al envejecimiento.

Anomalías en la marcha, el envejecimiento de la piel y la pérdida de sensibilidad.

Estas acciones pueden también aumentar el riesgo de padecer lesiones y, por consiguiente, posibles infecciones. Cambios en la forma de andar producidos por lesiones en las piernas, los pies, fruto del envejecimiento de nuestras extremidades, pueden ser causas de debilitación.

Sistema inmunológico y envejecimiento

Prevención

Vacunas

Aunque su acción puede ser menos efectiva que en un cuerpo joven y su efecto puede durar menos, hay algunas vacunas que debemos tener en cuenta.
Es importante considerar que no todas las vacunas son necesarias para todos. Es importante consultar al médico para un buen diagnóstico.

Hacer ejercicio

Para que la práctica del ejercicio nos ayude a reforzar el sistema inmunitario, es importante realizarlo por un tiempo de unos 30 minutos y con una periodicidad de, como mínimo, 3 veces por semana.

Al escoger un deporte o actividad, debemos asegurarnos que con él, trabajaremos gran parte de nuestro cuerpo. La natación, el atletismo y el ciclismo son deportes que implican un movimiento completo del cuerpo y, por lo tanto, son adecuados para prevenir una deficiencia de nuestro sistema inmunológico causada por el envejecimiento.

Al hacer ejercicio no debemos olvidar la ingesta de alimentos adecuados para cada práctica. Por ejemplo, una alimentación rica en antioxidantes, vitaminas y minerales nos ayudará a prevenir el cansancio no solo físico sino también mental y fortalecerá nuestras defensas.

Alimentación saludable

La obesidad es una causa habitual de un empobrecimiento de nuestra inmunidad.
Una alimentación saludable nos ayudará a mantener un sistema inmunológico fuerte. Nuestra dieta debe ser variada y equilibrada. Es importante que incluya grasas monoinsaturadas (las encontramos en algunos pescados, aceite de oliva o de girasol, y frutos secos), pero también hidratos de carbono, proteínas, vitaminas y minerales.

Como todos los estudios indican, una dieta equilibrada y sana debe estar compuesta por un mínimo de 5 raciones de frutas y verduras por día, ya que incluyen en su composición, gran parte de las vitaminas, minerales y antioxidantes que nuestro sistema inmunológico necesita.

Sistema inmunologico y envejecimiento

Reducir consumo alcohol y eliminar el tabaco

El consumo de alcohol y tabaco es uno de los causantes de tener un sistema inmunológico pobre. Puede que se le atribuyan ciertos beneficios a la ingesta puntual de vino, pero si consumimos alcohol en exceso, las consecuencias pueden ser muy graves.

Dormir y descansar

El sueño y el descanso son beneficiosos para nuestro sistema inmune. El bien dormir y el descanso nos ayudarán a tener un sistema inmunológico fuerte, mientras que el estrés provoca una bajada del potencial de nuestra inmunidad.

Ir al contenido