Las especias llenan nuestros platos de aroma y sabor a la vez que mejoran su valor nutricional.  Descubre el pequeño gran secreto de cada una de ellas y utilízalas en tu dieta para conseguir que ésta sea más antiaging. Aquí encontrarás una selección:

Ajo negro

Es el ajo común fermentado de manera natural, no se usa ningún aditivo, simplemente se trata del propio envejecimiento del ajo. Con este proceso lo que se consigue es aumentar por 10 las propiedades medicinales del ajo crudo, y a su vez reducir el olor. En Asia es muy conocido, y poco a poco empieza a abrirse camino en el resto del mundo gracias a sus innumerables propiedades. Entre ellas ayuda a fortalecer la inmunidad del cuerpo, regula el azúcar, equilibra la presión arterial y los niveles de colesterol. Es muy beneficioso para resistir la fatiga y el envejecimiento. Incluso también es bueno para el estreñimiento y el insomnio.

Cúrcuma

La cúrcuma (cúrcuma longa) utilizada en Asia desde hace más de 4000 de años, es el componente principal del curry. Sus numerosas propiedades hacen que sea la especia antiaging por excelencia, indispensable también para los deportistas que cuidan sus articulaciones y para aliviar la artritis. El compuesto activo de la cúrcuma, la curcumina, es un potente antiinflamatorio, antioxidante, anticancerígeno y estimulante de la detoxificación hepática. No puede fallar en nuestro menú si queremos tener una piel  bonita y libre de acné. Generalmente se encuentra en polvo, podemos añadir una cucharadita a nuestros batidos vegetales o a nuestros platos, para activar aún más su poder antiinflamatorio añade también pimienta negra (piperina).

Jengibre

Usado desde hace siglos en la medicina tradicional China para frenar las molestias estomacales. El jengibre es rico en vitaminas y antioxidantes y  contiene un compuesto activo, el gingerol que le otorga las propiedades digestivas, antiinflamatorias y anticancerígenas (en especial,  contra el cáncer de colon). También es un gran aliado contra el dolor articular. Podemos comprar el rizoma y consumirlo fresco en zumos, infusiones o ensaladas. Otra opción es el jengibre en polvo. Lo podemos añadir a cualquiera de nuestros platos para darles un original sabor dulce y a la vez picante.

Canela

¿Quién no reconoce el riquísimo aroma de la canela sobre una tarta de manzana o un arroz con leche? Pero, ¿qué propiedades tiene? Pues bien, la canela tiene nada más y nada menos que un gran poder antiinflamatorio, antioxidante (contiene casi tantos flavonoides como los arándanos), nos ayuda a reducir el colesterol y a controlar los niveles de azúcar en sangre. Es una gran alternativa al azúcar para aromatizar nuestros postres y batidos, y a su vez acompaña muy bien los platos salados.

Azafrán

Ingrediente indispensable de la paella, el azafrán no es una simple especia. Es un potente antioxidante que nos ofrece una gran protección para la vista. Estimula el sistema digestivo y aumenta las secreciones salivales gástricas, favoreciendo la digestión. Se ha demostrado que mejora la memoria, y las habilidades cognitivas y de aprendizaje. ¡Atrévete a usarlo también en otros platos!

Pimienta cayena

Su sabor picante se debe a su alta concentración en capsaicina. Tomándola en cantidades atrevidas, hace que el cerebro segregue endorfinas, que nos ayuda a evitar la sensación de dolor. Aumenta el metabolismo, logrando que el cuerpo consuma más calorías. Elimina el exceso de mucosidad y favorece su eliminación. Una especia muy recomendable para el control del peso y los resfriados. Numerosos estudios demuestran sus propiedades analgésicas, anticancerígenas y antioxidantes. ¡Así que si puedes, añade un poco de picante a tus platos!

Este artículo se ha escrito con la colaboración de:
Magdalena Morro
Delegada comercial de Salengei
Dietista Nutricionista