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Vuelta al cole y vuelta a los hábitos

Después de varios meses sin horarios programados, dormir más horas de lo habitual, siestas demasiado largas, cenas copiosas, más helados y dulces que de costumbre y muchas comidas fuera de casa, los niños ya han vuelto al colegio. Para ajustar su reloj biológico y adaptarlos de nuevo a la rutina, la Sociedad Española de Endocrinología  (SEEN) recomienda a los padres que aprovechen el retorno a las aulas para eliminar los malos hábitos alimenticios y para introducir una alimentación nutritiva, saludable y divertida.

Ante todo y lo más importante es respetar las cinco comidas diarias: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena.  Hay que recordar que uno de cada cuatro niños españoles presenta sobrepeso u obesidad, por eso es primordial cuidar la alimentación y recurrir a los profesionales en caso de duda o desconocimiento.

De la ingesta total calórica, el desayuno debe aportar el 20%, la media mañana el 10%, la comida el 35%, la merienda el 10% y la cena el 25%.

El desayuno debe incluir lácteos, cereales y frutas. Se debe evitar el consumo de azúcares provenientes de la bollería, de las bebidas con sabores añadidos y de los zumos embotellados. Si los niños empiezan el día con azúcares de absorción rápida rendirán menos y se cansarán antes.  En el tentempié del recreo es ideal tomar una fruta, un quesito con un panecillo integral o un puñado de frutos secos junto con un lácteo. Las comidas y las cenas son esenciales y ambas tienen que complementarse entre sí. Estas deben incluir legumbres, verduras, hortalizas, granos, tubérculos, pescado, fruta y carne (priorizando la blanca frente a la roja). Es muy importante que los padres con niños que coman en el colegio se informen con anterioridad del menú escolar, para así programar y complementar las cenas. La merienda se puede enriquecer con fruta seca, cereales sin azúcar o bastoncillos de pan integral.

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